En la clase del lunes 24 de enero realizamos la visita a los 2 muros de escalada del Campus; el primero de plano vertical y el segundo de plano inclinado. Fue muy interesante observar a los escaladores pero sobretodo ser parte de la experiencia. Al principio entré en pánico al saber que iba a ser la primera en treparme al semejante muro, pero fue una experiencia increíble.
Primero que nada, puedo decir que la escalada no tiene nada que ver a como la observamos como espectadores. Es más complejo de lo que me podía imaginar. En lo personal, pude descubrir que yo misma iba marcando mi propia ruta cuidando al mismo tiempo seguir sostenida por medio de las piedras. Me di cuenta que entre más rápido subía menos me cansaba, pero al mismo tiempo más miedo me daba por la altura. También descubrí que me daban más seguridad las piedras grandes y con más volumen, que las pequeñas y planas. Empecé muy decidida, pero poco a poco me fui cansando porque naturalmente trabajé más la fuerza de mis manos y brazos que la fuerza de mis piernas. La cual por cierto debe ser mayor en las piernas, según los alumnos de escalada.
De acuerdo a lo que platiqué con ellos, pude aprender que la primera escalada es la más complicada, y evidentemente los primeros entrenamientos también. Pero que poco a poco se va agarrando más "callo" en TODO el sentido de la palabra, en cuanto a experiencia y manos. Y se va adquiriendo más condición y fuerza que hace que el tiempo de entrenamiento sea mayor. Me sorprendió escuchar que uno de ellos me decía que él prefería las piedras que no fueran tan "obvias o fáciles de usar", ya que las "difíciles" además de que implican mayor reto, son más cercanas a la realidad. Pues las piedras naturales tienden a ser menos redondas y no siempre tienen el tipo de agarre que podemos ver en las piedras de escalada. También comentaba que le encantaría que se diseñaran piedras que tuvieran una entrecalle vertical, para que fueran más reales.
Yo tenía la idea de que iban a preferir ciertas texturas para las piedras, sin embargo, según lo que escuché, eso es algo irrelevante ya que la diversidad de texturas les ayuda para distintas funciones con las manos o gatos al escalar. El único inconveniente de la textura más común es que tiende a resecarse mucho por el tipo de material que está expuesto a la luz del sol y lo cual provoca resequedad, y evidentemente porosidad. Esta porosidad lo que hace es absorber el sudor junto con la magnesia de las manos, formando una especie de capa cremosa no muy favorable que cambia el color original de las piedras así como también su textura. Para eliminar esta capa hay que limpiar las piedras. Nos dijeron que algunos moldes de las piedras, por su forma crean una especie de burbujas que han provocado accidentes y heridas inesperadas en las manos. Pude ver una gran variedad de colores y formas, y aprendí que además de que las piedras tienen una clasificación, ellos las distinguen por nombres según su apariencia.
¡Aquí van algunas fotos!
Muy buen recuento, mucha información, escrita y en imágenes.
ResponderEliminarTenemos que usarla, no?
Adelante!